domingo, 25 de julio de 2010

ENTREVISTA A FELIPE COLOMBO - Parte 2


“Mi papá me decía que hay que tener la cabeza fría y el corazón caliente”


La charla se extiende y cada vez es más agradable. Palabra a palabra Felipe sigue demostrando su sencillez y lo bien que la pasó durante el rodaje y el tiempo junto a su co-protagonista: Sabrina Garciarena.

Se pone en la piel de los diferentes personajes y trata de contestar cómo reaccionaría él en una situación similar.

Mientras su bebé llora y es atendida por su madre, Colombo sigue revolviendo en sus recuerdos para sacar a relucir una vez más a Santiago…


-Volviendo a la historia de la película. Si un amigo se te aparece un domingo con el problema que plantea Santiago. ¿Vos cómo racionas? Como el personaje de Santiago Caamaño (más para la joda) o los de Azcurra-Leyrado (conciliadores)?


-Tiene que ser uno o el otro ¿o puedo hacer un mix?


-Podés. Esos son los dos extremos. ¿Te vas a parar en el medio? (Risas)


- (Risas) Y si, yo creo que haría una mezcla de los dos. Lo invitaría a tomar unas copas y seguro que le daría los mismos consejos que da el personaje de Lucho Leyrado.

Hay que pensar en frío. “Cabeza fría, corazón caliente”, me decía mi papá cuando jugaba al fútbol, y ese sería más o menos mi mensaje, y siempre buscar el bienestar personal.

No hay que hacer tanta rosca con el otro, con lo que quiere, con lo que pide, con la pareja y el concepto de la pareja. Lo primero es uno y el estar centrado en la manera que uno se ubica en su necesidad afectiva, intelectual y demás. Así podés hacer que las cosas funciones sin más dramas que eso.

Por ahí te vas a llevar una cachetada por decir la verdad, pero es mejor eso. Es así.

Ojo que hay que ver que amigo eh (risas). Porque si es muy amigo hay que ver qué novia tiene.


-¿Cómo es eso?


-Mi mejor amigo de México me decía: “El mejor amigo es el que cuando te peleas con una novia te dice que era una perra insoportable y que es mejor que la dejaste. Y cuando te volvés arreglar te dice que bueno porque esa chica es lo mejor que te pasó” (risas).

Está bueno que te lleven el tren, eso está bien. Y si se puede a la par de eso poner un Malbec en el medio mejor.

-Retomando el cómo ves a las parejas, ¿Crees que tienen fecha de vencimiento tal como le dice Gonzalo (Federico Amador) a Flor?


-No, no, esa es una frase banana (risas)


-¿Muy banana? (risas)


-(Risas) Si, si, no existe eso y más ahora por como funcionan las parejas y la vida en general.

Si bien todo tiene fecha de vencimiento porque es lo lógico en la vida pero esa cosa de “estos dos no van a durar” no va, porque de pronto hay parejas que uno las ve y dice que no pegan ni con chicle porque no tienen nada que ver, y de pronto consiguen una de las mejores relaciones que no se puede creer.

Y hay otras parejas que tienen todo en común, que han sido amigos toda la vida, que se conocen súper bien, y se piensa que están destinados a estar juntos y cuando se van a vivir juntos se pudre todo.

Por eso no creo en ese término, de que tal pareja tiene fecha de vencimiento aunque todo lo tiene, ¿no?


-Te sigo paseando por la película…


-Dale


-El personaje de Laura Azcurra dice. “Cuando estás en pareja dejás de ser uno y comenzás a ser la mitad de dos”. ¿Es así?


-(Risas) No, para nada.


-¿Por qué?


-Yo creo en la teoría de los conjuntos: vos sos una persona que tiene un conjunto de cosas. Cosas materiales, cosas en la cabeza, amigos, afectos, gustos y demás. Y la persona de la cual te enamorás también tiene un conjunto de cosas, y a lo mejor en algunas coinciden y en otras no, pero no deja de ser otro conjunto.

Y esos dos conjuntos, el centro, es decir, en donde se unen, el área común, ese pedacito, esa es la pareja y el resto es lo que sos vos.

Y ser vos y dejar al otro ser es lo que mantiene fresca a la pareja.

Hay que hacer un gráfico para mostrarlo (risas)


-¿Cómo fue trabajar con Sabrina Garciarena?


-Genial. Me hubiese gustado tener más escenas con ella. Sé que no eran necesarias para la película pero me hubiese gustado mucho.

Ella es divina, es lo más, es buena actriz, es linda, y ya verla es agradable.

Además es muy generosa, copada e hiper profesional: llega siempre a horario y ya se sabe toda la letra.

Y además pegamos buena onda para las escenas. Nos entendíamos bien en lo que no estábamos diciendo. O sea, lo de arriba del texto. Incluso pequeños chistes internos.


-Te me adelantaste a la siguiente pregunta que es de la química entre ustedes dos: ¿Salió sola o la tuvieron que trabajar? ¿Ayudaron mucho los ensayos?


-Ya había buena onda, nos llevábamos bien de antes


-¿Ya se conocían?


-Si, nos habíamos cruzado y nos conocíamos de tener amigos en común por lo que teníamos buenas referencias el uno del otro.

Y lo ensayos ayudaron porque vos por ahí podés tener muy buena química con alguien así charlando o para ir a cenar o lo que sea pero a la hora de actuar por ahí no porque cada uno tiene sus registros y sus cosas.

Creo que los ensayos nos ayudaron mucho a los dos a encontrar ese registro que teníamos de llevarnos bien y a la construcción de cada uno de su personaje y poder amalgamarlo bien.


-Para Diego es muy importante la escena del amanecer, de esa imagen surgió todo. ¿Había algún clima respecto a eso? ¿Se sentía?


-Si, y además en el cine no tenés muchas oportunidades de repetir cosas por cuestiones de presupuesto.


-Ese es el próximo paso de Diego, vas a ver…


-Seguro que si, pero espero que me llame (risas). Porque ya veo que tiene un mejor presupuesto y no me llama (risas).

Filmar con hechos naturales como esos, como un amanecer. Que sabés que es sólo un momento, la llamada luz mágica, dura nada. Dura lo que tiene que durar, sólo para el cuadro, tenés una presión natural para hacerla.

Pero también nos tocó un día precioso, un amanecer hermoso, dos en realidad.

Y ello ayudó a que todo el equipo, cómo explicarte…

Siempre en todos los equipos se genera como una mística. Aquí había un silencio de todo el mundo que estaba esperando que salga el sol para filmar y eso generó todo un clima y nos tocó un día divino.

Y verla a ella toda caracterizada, ver materializado todo eso hablado en los ensayos de las imágenes que uno tenía en la cabeza y ver la luz que le entraba así en los ojos con el amanecer de fondo, estuvo divino.

Y ojo que hubo que irse hasta la Costanera bien tempranito con el viento y el frío. Fueron dos jornadas tremendas de laburo.

Pero el momento de la escena estuvo buenísimo


-Y quedándonos con esa imagen, visualmente, ¿Qué es lo que más te gusta de la película?. Porque es una película con mucha carga visual donde hasta el más mínimo detalle y color fue pensado para que cumpla una función.


-Si, si, la casa y el árbol y el color si. Pero no he visto mucho de imagen así que no sé bien, pero lo que he visto de fotos me encanta.

Me gustan los matices, esta cosa de los colores del amanecer y del atardecer. Rojos y naranjas, los calidos, me gusta mucho la idea.

Pero como todavía no la he visto no sé como queda en general la imagen


-Queda excelente


-¿En serio? Que bueno.

Lo que tengo un poquito de miedo es del jopo que tenía yo en la cabeza, el peinado ese con el cual sufrimos mucho.

La continuista se volvió loca toda la película porque tenía que caer el mechón siempre en el mismo lugar y en uno momento ya era imposible, insostenible el pelo así engominado para atrás, que es un look que a mi particularmente no me gusta.


-Tenías que parecer más viejo…


-Si, y además se nos ocurrió que el tipo había ido a la boda engominado para atrás porque tenía que verse lindo, y durante la fiesta, en el carnaval carioca eso se descontroló y se vino para adelante y quedó así.

Esa es la única imagen a la que le tengo miedo (risas)




En breve la última parte...


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martes, 13 de julio de 2010

ENTREVISTA A FELIPE COLOMBO - Parte 1



“Santiago es más idealista que yo”

Felipe Colombo es un porteño más, una contraparte casi idéntica al personaje que interpreta en Solos en la Ciudad. Tranquilo en su casa de Belgrano, encargándose de su pequeña bebé Aurora junto a su mujer y lidiando con problemas típicos con el encargado de su edificio tal como pasó el día que se realizó esta entrevista, encuentra un momento para remontar su mente al proceso de selección y el rodaje de la ópera prima de Diego Corsini. Barba desprolija, remera de Bruce Lee y la serenidad de su persona acompañan el muy bien decorado departamento tipo loft en el que vive. Charlas de los partidos del mundial, de su primer día del padre y de la vida fueron la antesala a las preguntas que siguieron sobre sus días como Santiago y sus experiencias.-Leí en una entrevista que dijiste que los domingos te parecen una depresión: “Día para dormir o levantarse de una resaca, no de asados y fútbol”. ¿Cómo te parece que lo ve Santiago?

-Para mi eso ha cambiado un poco. Primero por la bebé han ido disminuyendo y sustituyendo. Ahora se sustituyen por un domingo de asado y fútbol, sobretodo este mes que hay fútbol todos los días.Y Santiago me parece que va. No sé si muy temprano porque es domingo y trabaja temprano toda la semana. Así que si pude caer tipo mediodía ya cuando está saliendo la carne, y ver con los amigos un partido se anota seguro.

-¿Qué es lo que más te gustó de la historia cuándo leíste el guión?

-Me gustó la narración de una película romántica en donde los personajes se ven en pocas escenas, y entonces me gustó la construcción de toda una historia de pareja pero sin verlos a ellos todo el tiempo juntos y sin la necesidad de tener las escenas muy melosas. Incluso en la escena muy romántica de la película se pudre todo, es la escena que da pie al resto.Todo el romanticismo se construye con distintas situaciones de los personajes que tratan de ubicar su situación afectiva, de pareja y personal hasta la resolución.

-¿Cuál es tu escena preferida en la que participás?


(Piensa) La de la pareja amiga (Azcurra – Leyrado) porque el conflicto que viene manejando Santiago en su cabeza y la búsqueda de un consejo que para él es un ejemplo. Lo que él ve en esa pareja vale mucho más que lo que un amigo le pude decir.Además me gusto mucho esa escena porque es todo un plano secuencia, una caminata, y como actor se disfruta mucho hacer una escena de un tirón. Es más ágil que estar haciendo plano, contra plano y demás. Que eso en definitiva a lo mejor queda más lindo pero como actor es mucho mejor y se disfruta mucho más poder hacer toda una escena donde te sentís tipo en un circo porque adelante tuyo hay toda una procesión con camarógrafo, sonidista, un carrito con no sé qué y todo para uno.
Y me gustó mucho hacerla, trabajar con Laurita y Lucho Leyrado. Fue entretenida.
- ¿Cuál es tu escena preferida en la que no participás?


-No las vi todavía terminadas pero de cuando se hicieron, me parece que la de ella (Sabrina Garciarena) con la vecina (Catherine Fulop).Me gustó mucho a nivel libro, creo que esos encuentros que uno no está buscando y que aparecen son muy buenos.
Supongo que la del padre (Mario Pasik) debe haber quedado muy linda.

-Esa es mi preferida

-Claro, yo me lo imaginaba. Es una linda escena y con buenos actores así que debe haber quedado linda.

-Santiago es improvisado, no piensa mucho en el futuro y se preocupa por vivir el ahora. ¿Vos sos así?

-Si, soy medio así.
Trato de que no, trato de organizarme. Porque no es un dogma mío decir: “No, yo voy a ser así”. Pasa que soy colgado.Lo que hago en este día yo sé que lo voy a hacer, pero me cuesta a veces programar más para adelante.
Me gustaría tener un poco más de orden pero no me sale…

-Y con una agenda…


-Si, si, lo intenté pero después todo lo que planeo se cae.

-Entonces necesitás a alguien que te diga


-(Risas) Claro, claro. Bueno, ahora con la bebé me organicé un poco más, y cuando trabajo me organizo mucho porque tengo horarios específicos pero sino no.
También es por una cuestión de cómo yo disfruto el momento.

-La vida del actor es muy así, ¿no?


-Y sí, es muy así. Se cambia mucho porque estás un año haciendo una tira que tenés un orden y estás todo el tiempo con gente que no conocías y te vuelves un íntimo amigo y de repente no te ves más y no te hablás más durante meses y volvés a otras rutinas.
Si, es verdad, como vos decís, es medio desorganizado pero al mismo tiempo no.

-¿Qué otras cosas tenés en común con Santiago?


(Piensa) Creo que eso de vivir el ahora. Creo que él es un poco más idealista. No es que yo no sea idealista pero Santiago es un poco más dogmático, un poco más aferrado a las cosas y yo me libero un poco más y trato de buscar variantes, de conciliar, de acomodar las cosas para tener cierta paz.
Santiago me parece que es un poco más testarudo.

-¿Cómo fue trabajar con Diego Corsini? Durante el rodaje dijiste que tenías una gran responsabilidad porque era su ópera prima.

-Y eso es tremendo. Porque yo no estudié cine ni dirección pero por haber hecho o haber visto hacer, para el director su película, todas sus películas, son siempre importantes. Pero la ópera prima es un poco la que te va a abrir un especie de camino, es tu primer trabajo para mostrarlo a lo grande y que te deriven a vos la responsabilidad de llevar el protagónico de la historia y que además Diego la co-escribió, lo cual le da otro peso a que si la hubiese escrito otra persona.
-Además también es uno de los productores

-Claro, es como una cosa muy de él. Su visión de la pareja, y mi personaje debe ser algún fragmento de él, de su vida.
Me contó que cuando escribía los textos los trabajaron ellos improvisando que dirían en una situación así.Entonces hay mucho de él y yo sé que tuvo varias opciones de actores y demás, y me hizo un casting y todo. Y yo tampoco soy un actor que haya hecho mucho cine y me tengas de ir al cine a ver comedias románticas o lo que sea. No soy Diego Peretti ni mucho menos. Soy un actor y hace tiempo pero estoy construyendo mi carrera de a poquito.
Entonces si fue todo una responsabilidad.

-¿Y el trabajo con él día a día como fue? Digo, porque tenés experiencia de haber trabajado con otros directores y esta era la primera vez para Diego.

-Muy bien, fue precioso. Creo que Diego tenía muy claro lo que quería contar y eso ayuda a que las cosas fluyan mejor y a que el equipo trabaje mejor.
El equipo era divino, todos. Siempre había buena onda y no hubo ninguna tensión y eso que fueron jornadas muy intensas y muy cansadoras.
Y para el actor es diferente porque llegás y te maquillan, te tratan bárbaro y el resto del equipo está una o dos horas antes de que vos llegues y se van dos horas después y aún así funcionó todo muy lindo.Eso tiene que ver con las cabezas del equipo, con el director de fotografía también, pero por sobretodo Diego que sabía muy bien lo que quería contar y tenía muy claro que el equipo que se armó era para que lo ayudaran y no para que él mandoneara. No había nada de locura.
Se apoyó mucho en su equipo y para mi eso hizo que todo funcionara muy bien y que el estuviera muy relajado.Otra cosa que ayudo es que tuvimos mucho tiempo de ensayo por el retraso de la fecha de rodaje y ahí se estrecharon muchos los vínculos, y me sirvió para conocer a Diego y ver qué tono tiene y cómo dirige, y eso a la hora de filmar hace que todo sea más fácil como actor porque sabés que es lo que quiere.
Y además Diego es un copado, es amigote, le gusta compartir.

En unos días la segunda parte...